8 de octubre de 2012

La gente cambia, los recuerdos no


A partir de este blog, solo con lo que he escrito aquí, cualquier persona podría suponer que mi vida es mucho jijí jajá o que no sé escribir nada serio. O que no sé escribir en general. Pero si no escribo cosas serias es porque me cuesta expresar mis sentimientos. Intento aparentar que me río de todo, pero no. A veces solo quiero escapar.

Me gustaría que leyera esto. Internet es grande, ¿no? Es una gran ventana al mundo y, al fin y al cabo, él no está tan lejos, solo a unos cientos de kilómetros. O tal vez no. Tal vez esté de vacaciones en algún lugar cerca de mí. Cerca físicamente, claro. En otros aspectos no podría estar más cerca. Me gustaría que leyera esto. No es la primera vez que escribo sobre él, aunque solo fuera un tweet. Un tweet que alguien leyó, y compartió con sus seguidores y alguno de estos, a su vez, repitió ese proceso. Hubiera sido muy fácil que él lo leyera. ¿Se daría por aludido si viera todo lo que me está causando? No creo. Tal vez pensara en alguien, tal vez se sintiera identificado, pero en ningún caso se le pasaría por la cabeza que él era el causante de lo que leía. Me gustaría que leyera esto. Simplemente porque es para él. Para ti.

No tienes ningún derecho a estar aquí, ¿por qué no te vas? ¿Ni siquiera me respetas en eso? Nunca has tenido en cuenta lo que yo sentía o pensaba, ¿por qué no te vas fuera de mis sentimientos y mis pensamientos? No quiero que estés aquí, me prometiste que cuando te lo pidiera te irías. No lo hiciste bien, en algunos aspectos te fuiste demasiado lejos, pero en otros me ignoraste completamente. Sigues aquí y tal vez ni siquiera lo sepas.

Me dijo "Te quiero". Te quiero. Lo dijo sin pensarlo y lo supe, no me dejé llevar por los sentimientos que pudiera sentir en ese momento. Mi cerebro es inteligente y automáticamente me dijo: "No es verdad, no sonrías". Sonreí, aunque fue una sonrisa cínica. Al fin y al cabo, él no me veía. Él estaba lejos físicamente. A decir verdad, estaba lejos, a secas.

- Te quiero.
- No es verdad y lo sabes.
- De momento, llamémoslo así.

Solo pretendo que sepas que sigues aquí. Sigues aquí y quiero que te vayas porque me haces daño.

He escrito esto de un tirón porque quiero que te vayas y sé que expresar lo que siento con palabras me ayuda a entenderlo mejor y así controlarlo. Ya lo hice una vez, hace poco, también por tu culpa. Cuando empecé a escribir creía que te odiaba, pero no era así. Me di cuenta de que me odiaba a mí misma. Por tu culpa me odiaba a mí misma y eso me hizo odiarte también. Por suerte, al saber qué era lo que me estaba ocurriendo, pude suprimir ese odio. Me hubiera gustado escribírtelo también, para que vieras que era fuerte, que no me odiaba ni te odiaba. No porque no tuviera razones, que las tenía, sino porque sabía perdonar. Te había perdonado y había hecho algo aún más difícil, me perdoné porque me lo merecía, igual que merecía haberme odiado.

Más que nada, siento lástima porque no me has conocido de verdad. Podrías haberlo hecho, yo estaba dispuesta y también quería conocerte a ti. Aunque suene egocéntrico, te has perdido muchas cosas por no conocerme.Pierdes cosas con cada persona que no conoces, pero tú perdías más conmigo. No porque yo sea más especial que los demás, sino porque tú lo eras para mí. Sentía algo por ti. "De momento, llamémoslo así". Has perdido todas las cosas que me pertenecen, cosas que te podrían haber gustado o no, pero que yo te hubiera ofrecido de todas formas. Sin embargo, lo más importante son las cosas que podrían haber sido tuyas. En un momento dado deseé que me devolvieras todo lo que te había dado, pero ahora veo que es una tontería, simplemente porque te pertenece y porque si te lo di en su momento, tenía mis razones para hacerlo.

Yo también tengo cosas tuyas.Tengo muchas cosas que me ofreciste y no debiste haber hecho. No por mí, sino porque, viendo la facilidad con la que lo hiciste, se lo hubieras podido ofrecer a cualquiera que no supiera apreciarlo. Yo lo aprecié y por eso no lo acepté, porque sabía que no me pertenecía. Guardo muchos deseos y secretos que me confesaste, cosas que no habías contado a nadie y que tal vez nunca hagas.

Lo que más me jode es que yo esté escribiendo esto y tú, si alguna vez lo leyeras, ni te darías por aludido porque yo no fui nada para ti. Pero, al fin y al cabo, no lo hago por ti, sino por mí.

Y sí, esto lo escribí hace tiempo, había estado criando odio entre mis muchos borradores, pero hasta que no lo publicara no estaría tranquila. Tal vez decirte lo que has hecho sea la única forma de olvidarlo y no me importa que me escuches o no. Pero yo te lo he dicho.

4 comentarios:

Yo ya he hablado demasiado.